Una noche en medio de un vino, la luna y la lluvia le pedí a
las estrellas fugases que se veían desde mi balcón un deseo, en ese momento
creo que el vino me hizo mezclar de todo, pero pedí con fe y escribí por primera vez en este blogs… Ella.
Aunque tenía mi deseo, no me rendí, ni me senté a esperar y salí
a buscarla y encontré algunos
buenos trazos y uno
que otro borrón, pero
fui mas allá del intento y una mañana de abril las estrellas cumplieron mi deseo, con algunas modificaciones,
llego a tiempo mi trozo de cielo… Ella.
No tiene pecas incontables, pero son suficientes, para pasar
un rato besándolas, de ojos bellos, que cada vez que me miran no solo iluminan el
breve espacio, sino también mi alma, más picara que inocente, pero toda una
princesa Disney… Ella.
Tiene sueños diferentes y otros que se unen a los míos, cree
mucho en mi, más de lo que yo creo, cree en dios y se pelea conmigo por la
sombra de mis defectos y la fluorescencia de mis virtudes, juntas sanamos nuestros
corazones heridos… Ella.
Escribe cosas hermosas y lee entre líneas lo que siento, me
dedica canciones y ha desnudado sus miedos frente a mi… Ella.
Es mi amante-amiga, porque para ella el amor es erotismo con
momentos de amistad, es estabilidad llena de felicidad, es lo que yo
simplemente soñé… Ella.
Pedí con fe y el universo conspiró a mi favor y hoy luego de 3 años 3 meses
puede decir que Ella esta
junto a mi, que ya estamos pintando el largo presente, que tiene algunas líneas
curvas y en ocasiones el futuro tiene retrasos, pero seguimos más allá del intento para estar juntas por siempre.
Mi trozo de cielo